Un ejemplo clásico para entender el poder de esta tecnología es imaginar un laberinto que se quiere resolver. Un computador clásico probaría cada posibilidad de camino una por una, mientras que la computación cuántica revisaría todas las posibilidades simultáneamente para encontrar la correcta.
La computación cuántica trae consigo una nueva forma de pensar. “Es un mundo por explorar, donde problemas que ahora son difíciles pueden convertirse en fáciles, donde se unen las matemáticas, la física, la ingeniería, las ciencias y la computación. Eso es fascinante”, explica la profesora Valerie Gauthier.
Y es que el mundo está lleno de retos que necesitan grandes cálculos. Otro ejemplo nos ayuda a entender más sobre la computación cuántica: existe un gran desafío en el campo de la medicina con las proteínas, esenciales para el funcionamiento de tejidos y órganos del cuerpo. Las proteínas cambian para cumplir múltiples funciones, y rastrear estas transformaciones es extremadamente complejo. Actualmente, no existe la capacidad de cómputo para hacerlo.
Lograr un seguimiento a las proteínas permitiría predecir el resultado de su interacción con los fármacos, reduciendo significativamente el método de ensayo y error en el desarrollo de medicamentos. Asimismo, se podrían detectar cambios sutiles en las estructuras de las proteínas asociadas a enfermedades como el cáncer.
Otro ejemplo es el de la encriptación de información. Gracias a esta, los bancos pueden proteger la identidad y el dinero de sus clientes; de esa confianza depende su éxito. Sin embargo, un computador cuántico podría desencriptar información sensible de los bancos o la información confidencial de los países, siendo esta una de las principales motivaciones para dominar esta tecnología.
“Estamos acostumbrados a decir: ‘Los computadores van mejorando’, pero realmente hay muchos problemas que son tan complejos que podemos decir que los computadores clásicos nunca serán capaces de resolver”, explica Darío Gil, vicepresidente senior y director de Investigación de IBM, para el programa 60 Minutes. Por eso es necesario tener “una nueva forma de representar y procesar información”. La computación cuántica sería la solución.