
Bernardo Gómez Moreno
Profesor Emérito de la Universidad de los Andes
‘Lo fundamental es reconocer nuestro entorno, centrando la atención en los demás’: Bernardo Gómez Moreno, profesor Emérito de la Universidad de los Andes, en el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias, desde hace 43 años
Fue director del Departamento de Física durante 12 años: 1984 a 1988, 1990 a 1992, 2000 a 2006.
El profesor Bernardo Gómez nació, en Bogotá, hace 72 años. Recibió formación escolar bicultural en el Colegio Andino y en el Colegio Alemán, de Bogotá. Al terminar el bachillerato recibió la beca del Servicio de Intercambio Académico Alemán, DAAD (Deutscher Akademischer Austauschdienst) para estudios universitarios en Alemania y, desde 1969, cursó el Pregrado de Física en la Universidad de Bonn, Alemania, completando el ‘Diplom’, equivalente a la maestría en 1975, y luego el doctorado en Ciencias Naturales, en 1978. Sus primeras investigaciones después del doctorado las hizo en Física Nuclear Experimental en la Universidad de Bonn, en el Instituto de Rayos y Física Nuclear.
El profesor Gómez ha estado vinculado a la Universidad de los Andes desde agosto de 1979, dedicándose a la docencia y la investigación en Física Experimental de Altas Energías, y participando en experimentos de partículas de altas energías en los laboratorios DESY (Hamburgo, Alemania), Fermilab (Illinois, Estados Unidos) y CERN (Ginebra, Suiza).
Actualmente, es profesor del Ciclo Básico en Pensamiento Científico ‘Tesoros de la Física y sus Descubridores’, el cual combina con otros cursos para el pregrado y la maestría de Física. Entre estos cursos están: Física de Partículas, Detectores de Partículas, y Aceleradores de Partículas y sus Aplicaciones. Adicionalmente, se encuentra preparando un nuevo curso divulgativo en Cosmología y Astropartículas: ‘El Lado Oscuro del Universo’, sobre materia oscura y energía oscura, que constituyen el 95% de todo lo que existe en el universo, por encima de la materia ordinaria (nosotros) que es solo el 5%.
Por otra parte, el profesor Gómez dicta el curso divulgativo en internet, en la plataforma Coursera, Tesoros de la Física, que han completado 2.800 participantes.
Al ser preguntado sobre aquellos recuerdos y anécdotas que atesora de su largo vida, Gómez responde reflexionando “desde una etapa avanzada de la vida, cuando hay bastantes más años en el pasado, que los que quedan en el futuro”.
"Viene a mi mente mi maravillosa familia y el hermoso, amoroso hogar donde nací y recibí la formación fundamental para la vida, los valores éticos y morales. Así, mis padres, hasta el final de sus vidas, fueron verdaderos seres de luz, quienes nos guiaron a mis hermanas y a mí muy sabiamente. Está en mi mente también mi amadísima esposa, ser de alma excepcionalmente divina, que proyecta a su entorno multiplicando bondad y así felicidad, y me da la compañía y motivación para cada día”, asegura Gómez.
Gómez considera que toda su vida ha sido “una secuencia de afortunadas circunstancias, la mayoría construidas a partir de lo más fundamental, como reconocer nuestro entorno, como seres sociales que somos, centrando la atención en los demás, buscando siempre lo mejor para ellos, que de allí se deriva el bienestar de todos... y reconociendo que no es dinero lo fundamental, sino la actitud humana”.
“Siempre -dice- mi pregunta es qué puedo hacer de bueno para los demás, qué ventaja tengo yo que pueda convertir en mejorar a los demás... siempre enfocado en el trabajo y nunca en el dinero, que ni busco, ni tengo. Y la alegría de ver el progreso de los demás es la máxima satisfacción, que me ayuda a continuar en esta ruta de felicidad buscando siempre ser mejor persona”.
Gómez afirma que cada día en la Universidad de los Andes es oportunidad de enriquecimiento intelectual, cultural, humano: Interacción con estudiantes, con profesores y demás personal activo en la universidad; es estar inmerso en ambiente innovador, en medio de diversidad de temas, de formas de pensar y puntos de vista, que se complementan y motivan para ser más creativo; es lo que contribuye a mantenerse siempre joven y así a lo largo de 43 años ya.
Gómez piensa que, profesor en la Universidad de los Andes su principal aporte ha sido contribuir a "hacer universidad".
“Esto es llevar a los estudiantes la semilla para su formación disciplinar y humana, es ayudarles a abrir su camino por la ciencia, guiarlos en sus pasos iniciales, procurar su avance creativo y, más adelante, admirar y disfrutar sus logros posteriores.
De acuerdo con el académico, a lo largo de los años, "hacer universidad" ha sido también la renovación de los laboratorios de docencia en física, desde lo adaptado del lavadero de las reclusas del "Buen Pastor" hasta las instalaciones modernas de laboratorios del Bloque B transformado.
“Hacer universidad ha sido también iniciar el laboratorio de Física de Altas Energías con las instalaciones para explorar el mundo de las partículas de los rayos cósmicos, y para transferir tecnología derivada de los grandes experimentos de los laboratorios internacionales de altas energías a nuestro entorno local, con aplicaciones de rayos-X, detectores de partículas, electrónica rápida y sistemas de adquisición de datos. Hacer universidad ha sido también contribuir a romper el aislamiento de nuestro pequeño mundo, abriendo las oportunidades de los grandes laboratorios, Fermilab y CERN para nuestra Universidad de los Andes.
¿De qué manera cree que la ciencia puede ayudar a transformar vidas?
La ciencia orientada a la realidad del entorno, al entendimiento de su estado, sus necesidades, problemas y posibles soluciones, puede tener impacto transformador en la sociedad, con efectos de beneficio para la comunidad, por ejemplo, mejorando las condiciones de vida, contribuyendo a la prosperidad del grupo y de los individuos que lo integran.
Pero no solo la ciencia orientada directamente a los problemas sociales contribuye para bien transformando vidas. También transforman vidas las ciencias básicas, que contribuyen con nuevo conocimiento en lo más fundamental del intelecto humano, en las inquietudes por la comprensión del pensamiento, de las ideas y, de forma más tangible, en la comprensión del universo y sus leyes fundamentales. Así, la ciencia del intelecto por excelencia, las matemáticas, y todas las ciencias naturales, también transforman vidas y lo hacen para bien.
En las ciencias naturales se tiene la experiencia, repetida una y otra vez, de que la búsqueda por la comprensión de la naturaleza, la exploración en temas fundamentales, han llevado a aplicaciones insospechadas inicialmente. Así ha resultado el progreso del mundo moderno, elevando la calidad de vida.
También hay transformación de vida en los individuos, quienes, siguiendo el camino de la ciencia, se enriquecen intelectualmente: motivados inicialmente por los fenómenos naturales observados, por el asombro que causan al avanzar en la investigación, con la rigurosidad y métodos disciplinares, encuentran nuevo conocimiento, resultado altamente gratificante, un verdadero tesoro, que de generación en generación va enriqueciéndose.
Ante nosotros está el universo entero para disfrutar su estudio con alegría; está el camino de la ciencia, tan enriquecedor para todos, para quienes vivimos hoy y para las generaciones venideras, para hacer el bien a la comunidad de hoy y del futuro.